He estado buscando imágenes bonitas de la Virgen y el Niño para felicitaros. Pero después de un buen rato, he dado con ésta. Es una niña cristiana de Oriente Medio. Cristiana como todas esas niñas asesinadas, torturadas y violadas por el ISIS. O lo que es lo mismo, por los terroristas de Estados Unidos y Arabia Saudí. Esta niña para mí representa la inocencia y la sencillez. Pero también las ganas de vivir y perdurar frente a los que quieren atar este mundo a las tinieblas. Ella es el vivo ejemplo de una verdadera Iglesia, cuyos cimientos se fundamentan en una roca. Por eso nadie la derribará.
He visto mucha gente conmoverse por animales torturados. Por el supuesto calentamiento global. Por supuestos refugiados maquillados y fotografiados para impresionar desde los medios de comunicación. Por reivindicaciones sociales más o menos justas. Por derechos muchas veces sin obligaciones que los otorguen. Pero muy pocos por los cristianos de Oriente Medio. O por los yazidíes o por musulmanes también masacrados por el terrorismo norteamericano y saudí. Por supuesto tampoco alzar su voz por la persecución que los católicos empiezan a sufrir incluso en la propia Europa. Es más, aplaudir esa persecución se está convirtiendo en una moda en el Viejo Continente.
Dios no castiga. Dios no se aparta de los hombres. Son los hombres quienes le dan la espalda. Y vivir de espaldas a Dios, siempre trae nefastas consecuencias. Por contra, la Historia nos enseña que Dios ayuda en las victorias cuando la lucha es en su nombre o bajo sus estandartes. A mi mente viene el Emperador Constantino, Don Pelayo, Lepanto… O las hebillas de los soldados alemanes y su Dios con Nosotros. O los detentes de los carlistas. Hay miles de ejemplos.
Pero vuelvo a Oriente Medio. En la ciudad siria de Alepo se han levantado cruces, árboles de Navidad y Belenes por primera vez en 5 años. La Fe cristiana es ahora allí más fuerte que en Europa. Por eso prevalecen. Por eso ganan. Por eso allí seguirá habiendo cristianos cuando las catedrales europeas sean escombros. Creedme, las vamos a ver así no tardando mucho.
España está consagrada a María y al Sagrado Corazón de Jesús. Apelemos a ese Jesús y a su Madre para que nos ayuden a restaurar Castilla y España. Mantened vuestro cuerpo limpio, sano y en buena forma. Pero lo mismo debéis hacer con vuestra alma. Y nada mejor que estos días para ponernos a ello. Sed ejemplo para los demás. Y no tengáis miedo porque todos nacemos para morir un día. Pero la muerte no es el final. Jesús nos dijo que la Verdad nos haría libres. De modo que a luchar por la Verdad y por la Justicia. Que es la mejor manera de servir a Dios.
VIVA CASTILLA. ARRIBA ESPAÑA. VIVA CRISTO REY.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!